viernes, 3 de febrero de 2012

¿Soy masoquista?


Me di cuenta de que he llegado a un punto culmine de mi dramatismo. ¿Por qué me gusta tanto el drama? Disfruto de ello, disfruto del sufrimiento, de las tragedias. Tengo cinco ejemplos claros:
1. Los libros. Simplemente no puedo leer un libro alegre. Apenas lo empiezo lo dejo ahí tirado y lo termino en más de un mes. Mientras que si me pasas una novela dramática... ¡uff me la devoro! Ojalá el protagonista tenga una vida horrible. Que sus padres lo hayan abandonado o hayan muerto cuando era pequeño, o mejor aún, que lo ignoren. Que tenga trastornos de personalidad, que esté loco y escuche voces, que tenga anorexia, bulimia y que se corte. Que sufra de pesadillas y depresión. Que sea solitario, no tenga ni un alma que lo acompañe, que tenga problemas existenciales. Y el final de ensueño: que su vida termine en un suicidio o en el encuentro de un alma gemela igual de torturada con quien comparta su miserable vida.
2. La música. No hay placer mayor que escuchar las canciones de Nirvana y prestarle especial atención a la voz de Kurt. ¿Alguien más disfruta de los escalofríos que provoca ponerse en su lugar y sentir todo su dolor dentro de uno? I’m so happy cuz today I found my friends, they’re in my head. Qué frase más hermosa.
3. Mi libro. Damas y caballeros, estoy escribiendo una novela. Sí una novela. O al menos eso intento. Pues bueno, la vida de la protagonista, Thorny (hasta el nombre la condena) es ridículamente trágica. Es realmente un asco. Estoy literalmente torturando a la pobre. Deberían demandarme por mala.
4. Mis pensamientos. ¿Es normal disfrutar la idea de que te pase un camión por encima o que un caballo te golpee y deforme la cara? ¿O imaginar que te secuestran, violan y torturan? Pues esos son pensamientos recurrentes en mí. No todos terminan en mi muerte, claro, muchos terminan en la muerte de un ser amado por mí (usualmente mi novio imaginario) y en mi eterno sufrimiento, seguido en experiencias sobrenaturales con él. Algunas pocas terminan en mi salvación milagrosa o falsa muerte, muchas veces casi resucito y termino viviendo feliz para siempre. A veces pienso en escribir estas fantasías, pero son demasiado infantiles y estúpidas como para dedicarles tinta y papel, o en este caso, megabites.
5. Mis instintos suicidas. Este es quizás el más grave. Hay momentos en que mis pensamientos suicidas se salen de control. A veces pienso que estoy enferma y necesito tratamiento médico, pero luego me convenzo de que los médicos son unos tarados. Hace un tiempo encontraba extremadamente patética la vida, pero desde que empancé a hablar con prins le encontré un gustito (me han salvado la vida chicas, las amo): seré delgada en poco tiempo, no hermosa, eso nunca lo seré, pero en poco mi IMC será 17 y en un poco más 16, 15, 14, 13, 0. Ahora encuentro el suicidio muy atractivo, no ya para desaparecer, sé que me espera algo, pero sí para saber qué pasa después... me gustaría saber quien lloraría de verdad y quién fingiría pena. Si alguien me asegurara que si me suicidio me convertiría en fantasma, lo haría ahora sin pensarlo. Me encantaría ser un fantasma... esa es una de mis grandes fantasías. Tengo una promesa con una amiga desde hace años. La primera que se muera irá a penar a la otra y botará el perfume en el velador para que sepa que es ella. Siempre he dicho que yo seré quien muera primero. En este momento tengo unas ganas tremendas de morir e ir a penarla, pero definitivamente no tiraría el perfume en su velador, se lo tiraría en sus ojos. Olvidé decir que ella es otra de mis “amigas”. Yo no tengo amigas.

6 comentarios:

  1. No creo que sea demasiado drama.
    Son sentimientos y emociones que llevas dentro tuyo que encuentras en los libros, la música y que luego logras exteriorizar.

    A veces no encontramos explicación a porque nos sentimos así o pensamos lo que pensamos. O al menos no lo sabeos concientemente. Tu sigue siendo sincera contigo misma y si esos libros, esa música te absorben no los abandones.

    Igual no te pierdas en toda esa nube, el optimismo y los días de sol pueden levantarte el ánimo y encontrar otra manera de sentir, que en algún momento estará en ti.

    Muy lindo tu blog, más de una entrada me llamó la atención =D

    Besos, princesa

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  2. Ame tu entrada y totalmente identificaadaa sabes es primera vez que leo o escuho que alguien sueñe c ser torturada o violada , yo nose porq de chica ( no por pervertida..aunq si,quizas un poco) me da curiosidad y nose... q se sentira no? debe ser gterrible..peroo apesar d eso hay algo que llama mi atencion... nose si sera xq quizas es tan baja la autoestima q tengo q siento q debo ser denigrada...nose...loca masoquistaa... nose pero cuerda toy clara que no estoy y no me molesta para nada...

    un besiiito!!!

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    1. Me siento bastante aliviada de que alguien piense lo mismo... tan locas no estamos ¿eh? Yo tampoco había leído a nadie que sueñe con eso, la verdad es que es atractivamente repugnante. Se debe sentir una emoción tremenda... y un miedo terrible. Yo también siento eso de chica y nunca tuvo mucho que ver con ser pervertida (aunque reconozco que lo soy). A veces pensé que algún ser superior me castigaría por pensar cosas así a mi edad.
      Pero bueno, realmente me alivia que alguien piense parecido.
      Saludos prin!

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  3. Dios! crei que era yo la unica que imaginaba que la torturaban y violaban!!! xDDD q taradas!!! entonces tu nick no te pega mucho, una Barbie dramatica¿? noooo xDDD besicosss

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    1. Jaja, es una nueva versión de Barbie, Barbie masoquista jajajaj.

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